Lo mejor

jueves, 20 de enero de 2011

Domingo de toros en la Plaza México

Iba caminando el otro día de regreso a mi casa, cuando observé que una grúa estaba atracando un automóvil que ni estaba estacionado en la esquina ni había disco de “No estacionarse”, como era de esperarse el tránsito se encontraba muy serio enfrascado en una pequeña discusión con los dueños del vehículo utilizando esa voz clara y segura de sí misma que tanto les impele a estas personas mientras el sofisticado conductor de la grúa hacía sus habituales peripecias, obvio nadie quiere acabar en el corralón pendiendo de la burocracia de éste, sin embargo me llamó mucho la atención que aparentemente no había motivo por el cual la grúa se lo llevara, observé que el auto estaba parado junto a una jardinera lo bastante grande y frondosa como para siquiera abrir la puerta del copiloto y en ese momento me acerqué a “su eminencia” y le cuestioné sin más preámbulos, el oficial de manera seria y como normalmente contestan todos, a regañadientes pero aparentando un gran dominio sobre la situación me explicó someramente (vamos, no se puede esperar mas) que del otro lado de la banqueta había una rampa para discapacitados, no obstante le hice la observación de que frente a esa rampa, o sea del exacto lado contrario había una jardinera de más de 3 metros de largo, motivo por el cual o el discapacitado la franqueaba olímpicamente o de todos modos tendría que utilizar la rampa del estacionamiento del edificio adyacente, obviamente le recalqué ese detalle y el oficial volvió a argumentar que la rampa estaba del otro lado, difícil situación eso de dialogar con un oficial, para eso mejor pierdo el tiempo enfrascándome en una discusión con mi can, quien aparentemente dentro de la ausencia de sus respuestas muestra mayor entendimiento a mis palabras.

No sé si sea ineficiencia, total ausencia de lógica o mera corrupción lo que le impulsaba dado que según el  automóvil estaba quebrantando el reglamento de tránsito, siendo que la misma banqueta, cabe señalar construida por el mismo gobierno que emite ese reglamento, claramente respondía a una total falta de sentido común.

En esta ocasión y en base a lo antes mencionado, quiero exponer la misma situación pero aplicada a un domingo de toros en la Plaza México. 

Alrededor de las 14:30 hrs. Un grupo de franeleros alias los “viene viene” irrumpió en la tranquilidad de la calle, comenzaron a establecer sus áreas de “trabajo” colocando cubetas, maderas, tabiques y demás utensilios propios de su “labor”, al poco tiempo entre los aullidos de sus entrañables vocabularios tan floridos y ricos en el lenguaje, comenzaron a presentarse los amantes de la tan polémica tauromaquia, obviamente eso se convirtió en una pasarela de chicas chic y de hombres muy sofisticados; Los franeleros y sus respectivas familias cuales paracaidistas en plena vialidad comenzaron a abordarlos sentándose en los cofres de los autos en pleno movimiento (he de suponer que en ese momento alguna regla de tránsito se quebrantó, vamos creo que es peligroso) al final cuando estos amos y señores de la calle indicaban al sofisticado piloto donde poder estacionar les daban la tarifa!!! La cual constaba de $100.00 pesos por automóvil, háganme el favor!! Descaro?? No por dios, al parecer el estado es totalmente vulnerable cuando los franeleros reclaman como propia determinada banqueta y lucran de ella, pero no se nos ocurra a los mortales siquiera estacionarnos mal porque desde las alturas somos rápidamente divisados por aquellos buitres de famélicos con chalecos fluorescentes que parecieran salidos de un estante en Office Max, cabe señalar que de la sección de bolígrafos y marca textos, que se abalanzan sobre el automóvil corriendo como roedores hasta interceptarlo con la multa brillando en sus ojos y la mordida punzándoles en las manos, por favor, denles de comer!!!

Cuando por fin la calle estaba a toda su capacidad, en un abrir y cerrar de ojos comenzaron a aparecer automóviles estacionados sobre las banquetas,  donde la gente suele caminar, digo, eso creo, pero no me hagan mucho caso, en los cruces de las calles donde cualquier otro día las grúas aprovechan para recaudar fondos para sus tarjetas y/o sagrados alimentos, solo ellos y dios saben para que, ahh y el estado pluri potencial o como he escuchado que se refieren a él, como “il estado nostro” solo que no requiere que uno sea Siciliano para pertenecer, con simplemente medio terminar la secundaria basta y sobra para envestir a cualquier proscrito como un elemento de seguridad en cualquiera de sus variantes, ese se las sabe de todas a todas no?.

Alrededor de las 18:00 hrs. Toda la calle era una trinchera donde se libraban batallas verbales entre los franeleros que al parecer suelen tener roces entre grupos, autos estacionados con intermitentes en cada tope, camionetas y autos grandes estorbando los cruces de cada lado mermando así el espacio para poder siquiera dar la vuelta al camellón, cada rampa de casa o edificio tenía hasta 4 autos estacionados en reversa donde ni un niño de 5 años pasaría pegándose a las rejas ni a la pared, eso obligó a los transeúntes a seguir su camino justo dentro de uno de los carriles que de por sí estaba lleno de autos tratando de hacer 3 carriles donde la física solo permite dos, bello y pintoresco México!!

Mientras tanto, se veían las jaurías de oficiales de tránsito caminar por las calles platicando como chicuelos saliendo de la secundaria, dando un alegre paseo por sus rumbos y dominios, observando su reglamento situado bajo el escroto de la corrupción y siempre atentos a que los franeleros cumplieran el “trato”, padre, padre!! Eso definitivamente era organización y no tonterías; Un poco más hacia el cruce secundario de la calle me encontré con un autobús de pasajeros, de esos bonitos y muy bien equipados estacionado en una callecita donde en cualquier otra situación habría estorbado la visibilidad de los automóviles, dado que estaba situado justo en la esquina del cruce y sus respectivos choferes intercambiaban oraciones y gestos absolutamente nada adecuados siquiera para ser mencionados en una urbe, de esas palabras que deben de ser comentadas junto a un animal de granja para no sentirse fuera de lugar y desgraciadamente las tiendas con estacionamientos como los Oxxo, donde hay un letrero enorme que dice ”estacionamiento de uso exclusivo para los clientes, tiempo máximo 15 min.” Estaba infestado de autos que en lugar de ocupar los cajones establecidos, mas parecían formaciones de tétris o de lego en el asfalto.

Me acerqué un una “autoridad vial” dios que nervioso me puse, temí por mi licencia y mi tarjeta de circulación aún cuando iba a pié! No obstante me armé de valor y le dirigí la palabra, el oficial estaba absorto en una conversación por un nextel, aparentemente con algún “alto mando” seguramente uno que habrá terminado el nivel medio superior, pero me aventuro mucho al suponer eso, el oficial me observó y en un segundo se limitó a decirme “estamos llamando a la grúa, descuide”, dios mío me quedé frío!! Las grúas son para esa calle como pasto para la tierra, me petrifiqué al observar que no había ninguna en toda la colonia, pude haber pensado que se encontraban muy ocupadas librando cocheras de maldosos que estorban, o ayudando a mantener orden bajo los discos de “No estacionarse” sin embargo la verdad fue evidente, al parecer el tiempo de paz entre tránsitos y franeleros comenzaba a caducar, coincidente mente ya pasada la hora donde aquellos briosos hombres sofisticados y sus princesas recorrían las calles con ese aroma a sangre en sus ropas y derrochando adrenalina en sus comentarios, todos unos hombres; “le ha cortado el rabo y las orejas”, “que ejecución por parte del torero” sin embargo a nadie le importaba pensar si en aquella casa donde el letrero de “Entrada y salida las 24 hrs del día” habían causado alguna molestia, podría ser su propio hijo en la plancha para la cirugía esperando al cirujano que no puede sacar su automóvil de la cochera? O probablemente una madre desesperada por que su hijo arde en fiebre y está colapsando? O igual un ciudadano honesto, trabajador y que paga sus impuestos, todos, todos, todooos sus impuestos con los cuales pagan a esas grandes autoridades dedicadas a velar por la seguridad pública o el orden vial que en ese preciso momento no sirvieron para absolutamente nada, en ese caso mejor hagamos una pila de dinero y quemémoslo, cuando menos sería mucho más productivo que siendo su salario; Mientras tanto aclaro que solo escribo sobre el domingo de toros, si escribiera sobre los sábados de futbol en el estadio azul, me vería obligado a describir las veces que desde mi ventana he visto hombres golpeándose entre ellos o a las mujeres de otros por esa candente contraposición de criterios sobre los equipos en disputa, las porras y su griterío en la calle, vítores y exclamaciones seguidos de chiflidos y mentadas de madre, por favor, señoras abracen a sus hijos, díganles que los aman, denles un poco de atención, la necesitan urgentemente.

Qué triste que para poder vivir en una calle en paz sea necesario que se convierta en cerrada o que se construya alguna línea del metro o puente sobre de ella, pero bueno, esas obras están destinada a las grandes avenidas y ejes, que mientras están cerradas por obras, prácticamente aniquilan a los establecimientos oriundos de las mismas, que necesitamos entonces? A donde irá a parar esto?


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